El amor no admite ningún
interrogante,
ni
tiemblan sus fibras ante la tormenta,
ni
entiende de cerrojos en el corazón.
El
amor es tersura en cada piel marchita,
regazo
y calor cuando nieva en la frente,
flor
en el desierto, música en el llanto.
El
amor no escribe epitafios ni duelos.
El
amor da la vida en la vida y la muerte.
Pilar Carmona.